No hace falta que os diga que nuestro sistema educativo está en el centro de mira pues todos sabemos de los malos resultados de los alumnos en las pruebas estandarizadas, de las elevadas tasas de fracaso escolar, etc… así que hace tiempo que se habla de la necesidad de cambio y hay muchísima gente movilizándose para lograrlo.
Durante mis ya casi 11 años como madre, he leído mucho, asistido a cursos y conferencias varias, llevado a mis hijos a colegios públicos y colegios “libres”, tradicionales y de pedagogías alternativas, en diferentes poblaciones en Catalunya y en Escocia (Reino Unido), y, actualmente, educo a mis cuatro hijos en casa. Otro día os puedo hablar del porqué de esta decisión pero hoy me gustaría hablar sobre las pedagogías Waldorf y Montessori.
Se trata de las pedagogías “alternativas” más en auge. Existen muchas otras y ambas adoptan valores presentados con anterioridad por otras personas pero Waldorf y Montessori son los métodos pedagógicos más demandados y de los que encontramos más escuelas en el mundo entero pero, ¿sabemos en qué consisten? ¿en qué se diferencian?
Empezaremos por lo fácil, los pilares que ambas pedagogías comparten:
Ambos son métodos que se llevan usando desde hace décadas (desde 1919 y 1907)
Buscan una educación integral. Defienden que la educación va mucho más allá de enseñar lengua, matemáticas y memorización de hechos. Se busca una educación global que alimente cuerpo, mente y alma (ésta última especialmente en Waldorf)
Durante los primeros años se da una gran importancia a la vida práctica (doméstica) para que los niñ@s desarrollen su independencia personal y autosuficiencia
Se cree en la continuidad de la clase y en la importancia de que la maestr@ pueda establecer lazos duraderos con los alumnos por lo que la misma maestr@ acompaña a un mismo grupo de niñ@s durante varios años
No se trabaja por asignaturas (1 hora de matemáticas, 1 de música…) sino por proyectos de larga duración y ambientes preparados
No usan libros de texto estandarizados
No creen en sistemas de cualificaciones estandarizadas (exámenes)
Se da una gran importancia al juego (libre)
Abogan por un mayor contacto con la naturaleza
Apuestan por el materiales “nobles” como la madera, la lana… evitando el plástico
Y seguiremos con los puntos en que difieren pues son los que nos ayudarán a decantarnos en caso de que nos encontremos en la situación de tener que elegir.
Para poder desarrollar los conceptos anteriores presentaré de forma muy abreviada el modo en que se “trabaja” en cada sistema. Las aulas difieren completamente en una y otra pedagogía:
Las aulas Montessori son espacios abiertos dónde cada alumno puede escoger libremente los materiales con los que quiere trabajar (dentro de los materiales expuestos en el aula) y trabajar de forma individual o en pequeños grupos. La maestr@ actúa como guía y facilitador del aprendizaje, muestra a los niños cómo utilizar los materiales y luego éstos los usan por su cuenta. Se mezclan alumnos de diferentes edades (generalmente por ciclos de 3 años) con lo que a menudo los alumnos más grandes enseñan a los más pequeños el uso de los materiales, no tanto por explicaciones directas sino por observación e imitación por parte de los alumnos más pequeños. Cada material tiene una finalidad concreta y siempre son auto-correctivos (el niño prueba hasta que le sale bien) por lo que no hacen falta calificaciones/correcciones externas. Cuando los alumnos son algo mayores, se trabaja también por proyectos pero la profesor@ sigue teniendo un papel de guía y son los alumnos los protagonistas de su propia educación, buscando y seleccionando información, desarrollando un tema y presentándolo.
Waldorf, en cambio, trata de recrear el ambiente del hogar para el primer ciclo (hasta 7 años) y para la primaria y secundaria tiene también zonas que se asemejan a una clase tradicional, con el maestr@ en frente y cada alumno en su pupitre (sólo que los pupitres suelen ser de madera maciza, hechos a mano, las paredes de la clase pintadas de un color determinado según la edad, etc…). La maestr@ enseña a los niños siguiendo el currículo que Rudolf Steiner estableció, éste se basa en lecciones de larga duración (los mismos para cada edad en todos los colegios Waldorf) que permiten trabajar de forma global, involucrando las diferentes habilidades a desarrollar. Estas lecciones o temas se trabajan en forma de proyectos que duran entre 3 y 8 semanas y los niños crean sus propios libros de texto a partir de los conocimientos que les transmite la maestr@. Las aulas poseen también otras zonas dedicadas al juego libre e imaginativo que tiene un papel central hasta los 7 años de edad. Se trabaja con materiales naturales y se potencian los juguetes “abiertos” (sin una finalidad específica) para que los niños tengan que desarrollar su creatividad.
Montessori se podría definir como una pedagogía dirigida por los niños (child led) puesto que éstos tienen la libertad de elegir con qué materiales quieren trabajar o que proyectos quieren desarrollar. Además, al haber grupos multi-edades, siempre hay niños con diferentes grados de conocimiento y la profesor@ se encarga de que en una misma actividad se puedan enseñar conceptos a diferentes profundidades. Por ejemplo, si se está haciendo un proyecto sobre morfología vegetal (o la forma de las hojas para los más peques), unos alumnos aprenderán que hay hojas redondeadas, otras en forma de corazón, onduladas o alargadas… mientras otros alumnos aprenderán que estas formas tienen también otros nombres como hojas lanceoladas, lobuladas, pinnadas… se fijarán en la disposición de éstas, si están enfrentadas de dos en dos o no, si salen todas de los tallos principales o también de los secundarios, etc… El trabajar con diferentes profundidades de conocimiento es clave en las clases Montessori y permite que los niños puedan aprender “más” o “menos” en función de sus necesidades individuales, independientemente de su edad.
Uso de manipulativos senoriales en Montessori
En contraposición, la pedagogía Waldorf posee unos currículos propios en los que se detallan los diferentes temas que se trabajan a cada edad (año por año). Se considera un sistema centrado en los niños (child centered) por diferentes aspectos: por un lado, porqué el orden en que se introducen las diferentes lecciones se cree que es el apropiado para cada edad teniendo en cuenta las diferentes etapas de desarrollo que Rudolf Steiner describió en sus estudios y, por otro lado, porque la profesor@ analiza cada alumno para determinar qué tipo de aprendizaje le va mejor basándose en 4 temperamentos descritos por Steiner.
Siendo muy pero que muy breve, Steiner describió 3 etapas en el desarrollo infantil, cada una comprendiendo un ciclo de 7 años. Describió también tres esferas básicas en el ser humano al estudiar la forma en que nos relacionamos con el mundo: el pensamiento, los sentimientos y las acciones o deseos (que corresponden a la cabeza, el corazón y las manos o, en un plano más general, a cuerpo, alma y espíritu) y dio un paso más al relacionar las etapas del desarrollo infantil con estas tres esferas básicas:
La primera etapa, del nacimiento al cambio de dentición (0 a 7 años), es una etapa dónde predomina la acción, el movimiento y la imaginación.
La segunda etapa, del cambio de dentición a la adolescencia (7 a 14 años), es una etapa dónde priman los sentimientos.
La tercera etapa, de la adolescencia a la edad adulta (14 a 21 años), es una etapa centrada en los pensamientos.
En Waldorf se cree firmemente en la necesidad de esta progresión manos – corazón – cabeza para lograr una educación integral y por ello el currículo de Steiner se diseñó teniendo en cuenta estas etapas. Se considera perjudicial introducir la lectura y la escritura antes de los 7 años puesto que se cree que es necesario primero desarrollar y asentar otras cualidades. Este es uno de los puntos que resulta más polémico puesto que en la sociedad actual, a menudo los niñ@s muestran interés por las letras a una edad más temprana (si comparamos la sociedad hace 100 años con la actual, vemos que en la actualidad los niños están constantemente en contacto con las letras y números). Si tengo que dar mi opinión personal, os diría que sentido común. Personalmente nunca negaría a mis hijos el jugar con las letras si así lo desean (tengan 4 o 10 años) pero tampoco estoy a favor de la estimulación temprana (entendida como antes de tiempo) y me pone triste pensar en los niños que son obligados a aprender siendo todavía unos bebés. Es cierto que el aprender a leer les abre una nueva puerta al conocimiento y no hay nada más bonito que contemplar a tus hijos leer con avidez aquello que les interesa pero forzarles antes de tiempo me parece contraproducente.
Waldorf defiende su enfoque alegando que si la educación se “deja” en manos de los niños, ésta será muy limitada puesto que los alumnos no conocen de antemano todas las posibilidades que el mundo les puede ofrecer y necesitan de una figura amorosa-autoritaria (professor@) que posea el conocimiento. Los Montessorianos a su vez, se defienden por un lado explicando que los profesores presentan los diferentes materiales y lo que se puede hacer con ellos (por lo que los alumnos sí conocen las diferentes posibilidades).
María Montessori describió a niños como personas que tienen una capacidad innata de hacerse preguntas y cuestionar su entorno en búsqueda de respuestas. Es por ello que en la pedagogía Montessori se preparan los diferentes ambientes para que los niños puedan encontrar dichas respuestas por si mismos. No se usan recursos relacionados con la fantasía, no porque los consideren perjudiciales, sino porque creen que pueden confundir al niño que busca respuestas a los fenómenos físicos, químicos, biológicos, etc… que acontecen a su alrededor. Se cree en la importancia de mantener viva la curiosidad innata de los niños, dejándoles llevarse por sus intereses y aprendiendo mediante la acción y el uso de materiales manipulativos. La repetición se considera importante y el error es considerado una fuente de aprendizaje, nunca un fracaso.
En cambio, Waldorf aboga por la importancia de las historias fantásticas durante los primeros años (hasta la pérdida de la primera dentición, aproximadamente a los 7 años). Como ya he dicho, se cree que la estimulación intelectual antes de dicha edad puede ser perjudicial para el niño y en lugar de trabajar en áreas como las matemáticas y el lenguaje (que no se introducen hasta pasados los 7 años), se centra en actividades artísticas, el establecimiento de ritmos, el juego libre, el movimiento y el uso de la imaginación.
¿Las principales críticas? La primera y principal hace referencia a la dificultad de encontrar centros públicos que secunden dichas pedagogías por lo que muchos las consideran elitistas (en el sentido de que únicamente unos pocos pueden pagar colegios privados). Waldorf recibe como crítica el renegar de las nuevas tecnologías (no todas las escuelas lo hacen pero la corriente oficial apoya el no-uso de pantallas) y las dudas sobre el origen de las ideas de Rudolf Steiner, conocido por creer en la reencarnación, por ser el creador de la corriente antroposófica, etc… Por otro lado, Montessori es criticado por la rigidez en el uso de sus materiales.
Podría escribir líneas y líneas para explicar cada uno de los sistemas (y es que en realidad encontrareis libros y libros explicándolos) pero hoy he tratado de centrarme en las diferencias para que quien lo necesite, pueda decantarse hacia una u otra pedagogía. Ahora bien, ¿es necesario escoger? ¿son pedagogías incompatibles? Si y no. Si un colegio quiere definirse como Montessoriano o Waldorf/Steiner, tendrá que seguir los procedimientos de cada uno de los sistemas, pero son numerosos los colegios (y familias) que no se centran únicamente en un sistema pedagógico sino que adoptan diferentes estrategias y mezclan las diferentes opciones para dar respuesta a las necesidades específicas de sus alumnos.
Desde mi punto de vista, el sistema perfecto no existe y se tiene que tener en cuenta que, a parte de la teoría detrás de una escuela, es muy importante la forma en que cada profesor@, de forma individual, lo lleva a la práctica. En casa hemos adoptado las aproximaciones que mejor funcionan para nuestros hijos y estas incluyen ideas Montessori, otras Waldorf y otras de otras corrientes como Reggio Emilia, Emmi Pikler o las Forest Schools.
¿Estás buscando el mejor sistema para tu hijo? ¿Te gustaría conocer más a fondo alguna de las pedagogías alternativas? Simplemente dímelo en los comentarios y explicaré más detalladamente lo que te interese y si te ha gustado el artículo, ¡compártelo!
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